Desde el punto de vista asegurador los tiempos nos impulsan hacia el reino de lo homogéneo, café para todos. Así, el viejo propósito de algunos aseguradores de adaptar la realidad a sus pólizas parece estar cobrando fuerza en el día a día.
Sin embargo no hay nada menos homogéneo que la realidad. Absolutamente todas las personas y sus hábitats privados son distintos entre sí. Así, para asegurar por ejemplo la vivienda de cada cual, de poco sirven las tradicionales preguntas sobre los valores del continente y del contenido y de los materiales de construcción. Hay que explicarle al asegurador qué clase de continente (piso, casa aislada, loft, etc) y especialmente, cuando se trata del contenido se debe ser muy cuidadoso en informar sobre cualquier circunstancia que individualice nuestras pertenencias y las haga distintas a las de los demás. Deben citarse especialmente:
- Colecciones valiosas de cualquier tipo.
- Libros antiguos y raros.
- Cualquier tipo de antigüedades.
- Joyas.
- Pieles.
- Pinturas de arte.
Aparte de ésta recomendación, les sugerimos que exijan a su asegurador que estos u otros objetos de valor especial, aparezcan específicamente citados en la póliza, claramente descritos y adjudicándoles un valor económico, el valor que se acuerde.
Un ejemplo:
La cláusula de aclaración en una póliza genérica puede ser como la que sigue:
Especialmente se acuerda que dentro del contenido asegurado la póliza garantiza a una colección de sellos, valorada en 25.000 €, según tasación aceptada por las partes. Y cuyas fotografías y descripción obran en poder de la Aseguradora.
A tal fin, y si este problema se les presenta, no olviden que estamos a su entera disposición.